Si quieres reducir los residuos plásticos o adoptar un enfoque más natural a la hora de limpiar tu lengua, un limpiador de lengua de metal es la mejor opción para ti. Estos suelen tener una forma de U redondeada. Al sujetar las dos asas, puedes colocar el raspador con precisión en la parte posterior de la boca.

Gracias a su forma, puedes limpiar toda la lengua con una sola pasada, lo que hace que el proceso sea más rápido y eficaz. Los modelos de acero inoxidable o de cobre son mucho más duraderos que los de plástico, por lo que resultan más rentables a largo plazo, aunque sean un poco más caros.